Fernanbus ha sido la solución que se ha encontrado entre el Ayuntamiento de Mislata y Conselleria de Infraestructuras, ambas instituciones dependientes del PSOE, para suplir el paso de la línea 7 de la EMT por Mislata. El consistorio recibió dos opciones de la EMT para prolongar líneas, una de ellas por similares cantidades que la aceptada en última instancia, mientras la segunda era sensiblemente superior, y una tercera por alrededor de un millón de euros para crear toda una nueva línea. No obstante, Bielsa ha optado por la línea que enlace el Mercado Central de Valencia con Mislata, lo que ha llevado a elegir la opción privada de Fernanbus.
Así pues, Fernanbús ampliará la línea que actualmente realiza el itinerario Aeropuerto de Manises-Mislata-Gran Vía Ramón y Cajal para que llegue hasta el Mercado Central. De aprobarse finalmente esta opción, se reduciría el tiempo de paso actual de la línea, llegando a los 20 minutos de espera, pero el tiempo del trayecto se vería recortado, al haber un menor número de paradas que con el extinto autobús de la EMT, 7.
Esta opción, que está todavía entre alfileres, tiene que ser aún aprobada por el Ayuntamiento de València. Además, debe solucionarse la integración de tarifas y los trasbordos, ya que no existe una integración con la EMT.
Aún queda por escribir un nuevo capítulo en el retorno de los autobuses a Mislata, ya que parece que la política de movilidad del cap i cassal no cuadra con los intereses del municipio mislatero. Por un lado, desde València buscan que los usuarios de la EMT se acostumbren a realizar transbordos, así agilizar y reducir el tráfico, mientras que, por otro lado, se busca la conexión con inmediatez con el área del casco histórico de la capital.
Dos posturas contrapuestas de entender el transporte público, en las que se ha visto beneficiada, en principio, Fernanbús. En los próximos días tendremos un nuevo capítulo de este culebrón que se prolonga por cuatro años en nuestro municipio.
